lunes, 18 de junio de 2007

EL MONSTRUO DEL ESPAGUETI VOLADOR

Hasta los años ochenta, las escuelas estadounidenses sólo podían impartir la doctrina teocéntrica del origen del universo (tal como se predica en la Biblia). Pero los tribunales federales empezaron a obligar a los colegios a que al menos dedicaran el mismo tiempo a las teorías evolucionistas. Los grupos cristianos más fundamentalistas se rebelaron, pero para fines de los años noventa se impusieron completamente las tesis darwinistas.
En 2004 el Consejo de Educación del Estado de Kansas ordenó a las escuelas estatales a que en las clases de biología se debería dar la misma cantidad de horas lectivas tanto a la teoría del diseño inteligente (o creacionismo) como a la teoría de la evolución.
El pastafarismo es una parodia de religión inventada como respuesta a la decisión del Consejo de Educación del Estado de Kansas (en inglés: Kansas State Board of Education) a finales de 2005 de permitir que se enseñe la teoría del diseño inteligente como una alternativa de la teoría de la evolución . En agosto de 2006 la decisión fue revocada.
Esta «religión» se ha convertido, desde entonces, en un fenómeno de Internet que reúne a muchos seguidores del Monstruo de Espagueti Volador (MONESVOL o MEV, abreviado en español; en inglés: FSM o Flying Spaghetti Monster) que se llaman a sí mismos «pastafaris» (copia del término rastafaris) y proclaman haber sido «tocados por Su apéndice tallarinesco» y predican la palabra de su «Señor Tallarinesco» como la religión verdadera. El pastafarismo es fundamentalmente una invención de Bobby Henderson, licenciado en física de la Universidad Estatal de Oregón
En junio de 2005, Bobby Henderson publicó una carta abierta protestando por esa norma arbitraria. Entonces pidió formalmente que el pastafarismo recibiera el mismo trato que las «conjeturas lógicas basadas en abrumadoras evidencias observables» (o sea, la teoría de la evolución) y que el diseño inteligente (o sea, la idea de que el universo fue creado por un Dios). Avisó que si no era así, «nos veremos forzados a proceder con acciones legales». Poco después, su sarcástica carta recibió dos respuestas de dos simpatizantes, miembros del Consejo.

Código de conducta
1- Me gustaría mucho que no actuases como un imbécil santurrón que se cree mejor que los demás cuando describas mi tallarinesca santidad. Si algunos no creen en mí, está bien. En serio, no soy tan vanidoso. Aparte, esto no es acerca de ellos, así que no cambies el tema.
2- Me gustaría mucho que no usases mi existencia como medio de oprimir, subyugar, castigar, eviscerar, o, bueno, ser malo con los otros. Yo no requiero sacrificios, y la pureza es para el agua potable, no para la gente.
3- Me gustaría mucho que no juzgases a las personas por como se ven, o cómo se visten, o la manera en que hablan, o, bien, solo sé bueno, ¿sí? Ah, y que les entre esto en la cabeza: mujer = persona, hombre = persona. Ninguno es mejor que el otro, a menos que hablemos de moda, y lo siento, pero le di eso a las mujeres y a algunos hombre que conocen la diferencia entre trullo y fucsia.
4- Me gustaría mucho que no tuvieses una conducta que te ofenda a ti mismo, o a tu compañero voluntario, con consentimiento y de madurez mental. En cuanto a cualquiera que quiera objetar, creo que la expresión es que se vayan a cagar, a menos que lo encuentren ofensivo, en cuyo caso pueden apagar el televisor y salir a caminar, para variar.
5- Me gustaría mucho que no desafiaras las ideas fanáticas, misóginas, y de odio de otros con el estómago vacío.
6- Me gustaría mucho que no construyeras iglesias/templos/mezquitas/santuarios multimillonarios a mi tallarinesca santidad cuando el dinero podría ser mejor gastado (tú eliges):
Terminar con la pobreza.
Curar enfermedades.
Vivir en paz, amar con pasión, y bajar el costo del cableQuizás sea un ser omnisciente de carbohidratos complejos, pero disfruto de las cosas sencillas de la vida. Yo lo sé, yo SOY el creador.
7- Me gustaría mucho que no fueses por allí diciendo a la gente que te hablo. No eres tan interesante. Deja de ser narcisista. Y te dije que amaras a tu prójimo, ¿no sabes recibir indirectas?
8- Me gustaría mucho que no le hicieses a los otros lo que te gustaría que te hiciesen a ti, en especial si están interesado en, eh, cosas que usan mucho cuero/lubricante/Las Vegas. Sin embargo, si a la otra persona también le interesa (conforme a #4), entonces disfrútenlo, saquen fotos, y por el amor de Mike ¡usa un PRESERVATIVO! En serio, es un pedazo de goma. Si no quisiera que se sintiera bien cuando lo haces, hubiera añadido pinchos, o algo así.

Argumentos acerca de la existencia del MEV
Según Brian D. Rabern, profesor del departamento de Filosofía de la Universidad de California en Santa Bárbara, se pueden presentar varios argumentos ontológicos y cosmológicos acerca de la existencia del Monstruo de Espagueti Volador:

Argumento ontológico del MEV
(Parafraseando las premisas ontológicas de San Anselmo de Canterbury)
Premisa 1: el Monstruo de Espagueti Volador es un ser que tiene toda perfección.
Premisa 2: la existencia es una perfección.
Conclusión: por lo tanto el Monstruo de Espagueti Volador existe.

El argumento cosmológico del MEV
(Estilo Kalam)
Premisa 1: la existencia de todo lo que comienza a existir tiene una causa.
Premisa 2: el universo comenzó a existir.
Conclusión 1: por lo tanto la existencia del universo tiene una causa.
Premisa 4: como no hay una explicación científica que pueda elucidar la causa del origen del universo, esta causa debe ser sobrenatural, o sea el universo fue creado por un dios.
Conclusión 2: por lo tanto, un dios existe (o no).
Premisa 5: los dioses siempre han creado a los humanos a su propia imagen y semejanza.
Premisa 6: el cerebro de los humanos parece una fuente de espaguetis.
Conclusión 3: por lo tanto, el Monstruo de Espagueti Volador es el único Dios verdadero.

Argumento ontológico del MEV
Premisa 1: se puede imaginar el ser más grande (del que no se pueda imaginar uno más grande).
Premisa 2: si no existe un ser a partir del cual no se puede imaginar uno más grande, de todos modos yo podría imaginar uno más grande que ese ser del cual no se podía imaginar uno más grande (o sea, un ser a partir del cual realmente ya no se pueda imaginar uno más grande).
Premisa 3: no es posible imaginar un ser más grande que un ser del cual ya no es posible imaginar uno más grande.
Conclusión 1: por lo tanto, existe un ser del que no se puede imaginar uno más grande.
Premisa 4: si ese ser no tiene un Apéndice Tallarinesco, entonces yo podría imaginar un ser más grande que ese ser: uno que tuviera un Apéndice Tallarinesco.
Conclusión 2: por lo tanto, un ser que no se puede imaginar uno más grande tiene un Apéndice Tallarinesco.
Conclusión 3: por lo tanto, un ser que no se puede imaginar uno más grande tiene un Apéndice Tallarinesco y existe
Conclusión 4: por lo tanto, el Monstruo de Espagueti Volador existe.

No hay comentarios: